domingo, 28 de febrero de 2010

Películas: Celda 211

Qué ganas le tenía. Y me gustó aún más de lo esperado. Y hablo de ella mientras la escucho de fondo, que mi madre la está viendo. Y me dan ganas de sentarme en el sofá a verla otra vez....y eso que solo hace unos días que la vi.

Hay ciertas cosas que no me gustan, y que no se pueden solucionar, porque las utopías solo funcionan en mi cabeza. Por algo son utopías. Por algo son tan bonitas y justas. No me gusta dar poder sobre la vida de las personas, en mayor o menor medida, a otras personas. No me fío de la gente. Habrá de todo, pero es un hecho que, si le das poder a alguien sobre ti, puede abusar de él. Pueden estar los jefes, que pueden joderte y tal. Pero hay grupos más grandes, con más poder y que nos afectan a todos. Y esos abusos pueden llegar demasiado lejos. Llegan, seguro, en demasiadas ocasiones.

¿Con qué criterio etiquetamos a quién es malo y quién es bueno? ¿Cuánto vale la vida de las personas y quién se cree en derecho de decidirlo? ¿Cómo llamar a alguien basura si, aprovechando que no pueden defenderse y que tienes poder, ignorando las causas de por qué está allí, le niegas los derechos y lo tratas como la mayor mierda que ha pisado la Tierra? ¿En qué te convierte eso a ti entonces? ¿Te pones al nivel de ellos? ¿O incluso a un peor nivel? Quién sabe qué puede llevarte a cometer un delito. Mil razones. Quién sabe si, incluso, siendo inocente, por los errores que sean, acabas allí. Y aunque fueras culpable, ¿te mereces la etiqueta de malo y y es bueno aquel que deja que te mueras, que te da palizas, que te maltrata, que cierra los ojos cuando hay trapicheos o incluso da el visto bueno? ¿Quién da el derecho a tratar como basura a otros solo porque se diga que son basura, sin importan si lo son o no?

Estas preguntas y más, me hizo plantearme Celda 211. Preguntas que ya me había hecho, y que me recordó. Porque me da igual si hay muchos criminales hay metidos: no voy a defender ese modo de actuación de los buenos. No me gustan las etiquetas.

A esto, hay que añadirle más cosas.

Unos 110 minutos de puro entretenimiento, de pura tensión, de pura adrenalina. De todo. No paran de pasar cosas, una detrás de otra. No hay descanso. Respira, si tienes tiempo. Cuando te preguntas a mitad de película que no sabes qué más puede pasar, y siguen pasando mil cosas, es buena señal. Además, interesa. Yo estaba dentro. Yo me sentía unida a la causa, yo quería poner mi grano de arena en el motín.

Añádele una pareja de protagonistas genial (algún día debería hablar más extensamente de ellos en 'Parejas de cine'), Malamadre y Calzones. Empecemos con Malamadre (Luis Tosar). Grande. Es jodidamente carismático, es gracioso, es un cabrón, es menos cabrón de lo que parece, impone, divierte, manda y, a mí, me cae de la hostia. Me da igual lo que haya hecho, me cae bien. Y en ocasiones, demuestra tener más corazón del que a muchos que presumen tenerlo les gustaría tener.

Pero, me sorprende que solo hablen de Malamadre. Es genial, pero y, ¿Calzones? Por un Alberto Ammann, debutante, que no queda mal al lado del enorme Tosar. Con un papel jodidísimo....cumple. Cumple muchísimo. Espero que le den más papeles. Pero, el personaje en sí... Grande también. Empatizas con él, sufres con él, aplaudes sus ideas, su ingenio y su valor. Y hace una pareja cojonuda con Malamadre.


También hay críticas, no solo a lo referente a las preguntas que me planteé, sino a la mala organización de ese poder, al descontrol que sufren, que no sepan actuar, que solo se les ocurra usar la violencia en situaciones extremas, que no sepan controlar lo que surge, que se laven las manos, que hagan culpables a otros, que no reconozcan sus errores...que, por eso de no saber qué hacer en situaciones más extremas, incluso protejan más la vida de unos terroristas antes que la de personas que saben que son completamente inocentes. Por lo que pueda pasar. Porque no saben qué coño hacer, porque tienen miedo.

Está Antonio Resines, al que veo como un tío majo, y consigue que le odie. Bien hecho, Resines. Representa muchas de las cosas dichas antes.

Algunos dicen que el personaje de Marta Etura está de más. No lo creo. Creo que es un buen añadido para empatizar aún más con Calzones, para ver su vida fuera, para entender aún más su sufrimiento y que su vida está allí fuera y tiene que luchar por recuperarla.

***Spoiler***

Tampoco considero que haya cosas exageradas, como lo de que no se acercaría al follón por estar embarazada por muy preocupada que esté. Su marido puede que esté muerto. Le quiere. No sabe nada de lo qué pasa. Y no sabe que van a salir a dar hostias y no le da tiempo a irse. Su muerte tampoco la veo para que llores y llores. Yo no lloré. ¿Exagerado? Bueno, de unas hostias, depende de dónde te las den y según cómo caigas o si te golpeas la cabeza, pueden llevarte a eso. Además, lo considero un hecho necesario. Esa muerte es la culpable de que Calzones pegue ese gran cambio, de que se conciencie aún más de la situación que se vive allí dentro, de esa evolución de su personaje. Sino, no habría tenido tanta gracia, no hubiera habido ese gran cambio final, esa actitud épica de Calzones en el motín.

***Fin Spoiler***

Por cierto, Carlos Bardem, hermanísimo, demuestra que el talento en su familia no se lo quedó su hermano.


La historia del recluso de la Celda 211 me pone los pelos de punta. Al igual que las últimas imágenes de la película.

Un detalle que no puedo no comentar. Malamadre tiene a unos etarras como rehenes. Les dice que no les pasará nada, que les darán lo que piden. ¿Y si no os dan lo que piden?, pregunta uno. No sé, ¿qué hariáis vosotros en mi lugar?, contesta Malamadre. Enorme. Genial, genial. Joder, qué gran frase, qué manera de callarles la boca, qué manera de decir tanto.


En fin, ¿qué más se le pide a una película? Mensaje, preguntas para reflexionar, buenas actuaciones, buenos personajes, genial pareja protagonista, entretenimiento, nervios, bien contada, interesante, buen guión... Que viva Celda 211, coño.

9/10

PD: Ahora también estoy en Paperblog: http://es.paperblog.com/users/ladyvengeance/
Me ofrecieron participar porque consideran interesantes mis artículos para las secciones de Cine y Cultura, y mis entradas también se publicarán allí. Me hace ilusión : )

martes, 23 de febrero de 2010

Directores: Quentin Tarantino


Querido Quentin:

Tenía ganas de hablar contigo, y hablarle sobre ti a todos. Bueno, los que me conocen (o incluso los que no, solo hay que ver la cabecera del blog), saben que te adoro. También pueden saber que adoro cada una de tus películas. Pero quizá los motivos sean confusos. En fin, ahora, te tengo en mi cuarto (gracias por regalarme a mini Quentin *___*) y podemos hablar con tranquilidad. Bueno, puedo hablarte. Con lo que te gusta hablar a ti, no sé por qué te quedas tan callado. Deberías estar dándome envidia por todo lo que sabes de cine y recomendándome mil películas, y adorando unas cuantas, proponiéndote que hagas un remake de Battle Royale y hablándote de mi lunar del pie derecho, para ver si consigo que al menos saques mis pies en uno de tus planos y puedo sentirme realizada como persona.

Te descubrí un poco tarde, la primera película tuya que vi fue Kill Bill. Después de aquello, no pude parar. Antes, mi director favorito era Tim Burton. Ahora, os tengo a ti, a Tim y a Woody (bueno, y a Park Chan-Wook también) en mi pedestal de directores favoritos, pero creo que lo tuyo es algo especial. Quizá, si tuviera que elegir uno, te elegiría a ti. Aunque no, que no me hagan elegir.

Es por tus guiones. Molaría tener todo el de Pulp Fiction enmarcado a lo largo de los pasillos de una casa, porque es el más impresionante. No sé qué tomarías en Amsterdam cuando lo escribiste, pero estabas sembrado. Eres capaz de que un comentario acerca de hamburguesas sea mítico. O sobre las propinas, o sobre de qué va Like a virgin. Conviertes lo cotidiano en una genialidad. Tu humor negro es insuperable. Creo que el ingenio sale de ti de forma tan natural como las palabras cuando te pones a hablar tan rápido.

Están tus personajes. Algún día me tienes que decir de dónde sacas esas ideas, cómo consigues que en una sola película haya tantísimos personajes de esos que adoras, de esos que se te quedan grabados, de esos que son legendarios. Ríete de los que digan que no hay profundidad en tus películas, porque los personajes están jodidamente bien definidos. Cada uno es único. Y para profundidad Kill Bill, si la gente solo es capaz de quedarse con que hay sangre y hostias, cuando hay escenas como la de Beatrix despertando del coma viendo que no tiene a su bebé, es que son gilipollas. Jules, Vincent Vega, Mia Wallace, el Sr Lobo, el Sr Rubio, La Novia, Bill, Elle Driver, Alabama, Hans Landa, el Oso Judío, Aldo Raine... Y seguiría, y seguiría. Y lo gracioso es que hay muchos que apenas aparecen en pantalla, pero desde el momento que abren la boca o simplemente aparecen sabes que son grandes e inolvidables.


Son tus historias. Cuentas la historia de un atraco sin enseñarlo, haces películas de gente hablando sin argumento que son geniales, lo enrevesas todo en tu película negra, la segunda mejor historia de venganza que he visto (aunque con la que más he disfrutado), cambias la historia, por si te llaman machista, película de chicas hablando, haces que una carrera de coches a alguien que no le gustan los coches le parezca de las cosas más alucinantes que ha visto en su vida. Te permites el lujo de atreverse a cosas que nadie se atreve: hacer que el personaje más crack de una película, tal vez el mejor, sea un nazi. Que les jodan con sus críticas de mierda, sabes cerrar bocas.

La verdad es que son miles de detalles. Hasta para elegir la banda sonora aciertas. Conviertes la violencia en algo divertido, o en algo estético. Y la verdad, quienes te califiquen de demasiado violento...manda huevos, no hay tanta violencia en tus películas. Hay poca. Salvo en Kill Bill, y es totalmente irreal, ya que su estilo es a lo cómic y se convierte en pura estética. Y que se atrevan a decir que defiendes la violencia cuando de pequeño te pegaron...Lamentable. La gente se toma las cosas demasiado en serio. La gente no sabe lo que es el cine. También está tu forma de sorprender: ninguna película tuya es igual. Cada una es completamente distinta a la anterior, aunque esté tu sello tarantiniano. Fíjate, eres tan único que hasta hay un adjetivo para describir tu estilo.



Me sigue impresionando el final de Kill Bill Vol 2. Es precioso. Precioso, triste, alegre, esperanzador...Todo. Hay tantos sentimientos en ese final, que me cuesta creer que la gente esté tan ciega como para no darse cuenta. No, ellos necesitan oír frases cursis que les indiquen que está pasando algo bonito, sino, no son capaces de darse cuenta.

Y me sigue impresionando y sorprendiendo cuando descubro que cierta cosa de una película es parte de tu vida. Me encanta cómo te metes a ti mismo en las historias. Me encanta tu forma de contarlas, de desordenarlas, de hacer lo que te da la gana con los planos, la cámara, los personajes, las situaciones que creas...Todo. Hasta tus planos a los pies y a los culos, tus fetiches.

Espero que vuelvas a salir en tu próxima película. Me gusta cuando apareces, ya sea para hablar de vírgenes y pollas, para hacer de marido pringado o para hacer de uno de mis psicópatas favoritos en la peli de tu amigo. Que esa es otra, qué bien me caéis Robert Rodríguez y tú. Moláis, en serio.

Pero la verdad, es que aunque a alguien no le gustes, son demasiado ignorantes (aunque se las den de cultos con sus gilipolleces técnicas que ni entienden) si dicen que eres un mierda sobrevalorado. Has visto tantísimo cine...el cine es tu vida. Ellos, ni yo, llegaremos a ver un cuarto de las películas que tú has visto. Ni a conocer todos los actores, directores, guionistas... que tú conoces, señor enciclopedia de cine andante. Es que, aunque no te adorara, te mereces más que nadie poder hacer tus películas. Quentin, eres cine. Eso es innegable. Lo eres. Me alegro de que puedas vivir de lo que eres.

La verdad, me lo paso genial en tus películas. Las disfruto demasiado. Gracias. Y joder, cómo me gusta que no seas pedante, que te la sude si la gente dice que x película es una mierda, porque tú las vas a recomendar si te gustan, y punto. Sin avergonzarte. Y qué gracia me hace cuando algunos se escandalizan con tus listas de películas diciendo que tienes un gusto raro, o incluso malo. Solo por ser sincero contigo mismo y no tener miedo de disfrutar de cualquier película.



Molas. Mucho. Solo hay que verte al lado de Brad Pitt o bailando estilo Pulp Fiction (esa es otra, ¿cómo crear una escena mitiquísima y absolutamente perfecta solo con un baile? Algún día me lo tienes que explicar, Quentin) con la monísima y majísima Mélanie Laurent.



Me pasa contigo lo que a ti cuando hablas de cine, supongo. He hablado mucho. Pero siento que quedan demasiadas cosas por decir y que podría seguir y seguir. Lo dejaré por hoy, que me están dando ganas de bailar Stuck in the middle with you, mientras desespero a Robert De Niro diciéndole que diga QUÉ otra vez con una katana en las manos y acento americano cerradísimo.

Quentin, estás como una jodida cabra. Y eres un puto genio.

viernes, 19 de febrero de 2010

Top: Mis Villanos Favoritos de Disney

No puedo evitarlo (ni quiero): adoro Disney. Anoche vi Tiana y el sapo, y recordé que ya era hora de hacer esta entrada que tenía pensada. Y nunca mejor que un viernes, porque los viernes son los días perfectos para ver películas Disney. De verdad, lo es.

Se puede hablar de los personajes secundarios de Disney, que son geniales. O de sus canciones. O de sus historias, o de sus protagonistas. Pero mejor hablar de sus villanos. Porque hay varios que me encantan, que no puedo odiarles como odio tantísimo a otros. Así que, estos serían mis villanos favoritos:

Hades (Hércules)


No creo que haga falta mucho explicar el por qué. Seguramente es el villano más divertido de Disney, su humor, sus frases y su carácter son demasiado graciosos. Es inevitable pasárselo bien cada vez que sale. Además, su pelo puede apagarse. Ays, tengo que volver a ver Hércules, ya hace años, porque seguro que diría mil cosas más, pero aún así, tengo el recuerdo de que Hades mola demasiado.

Jafar (Aladdín)

Jafar, otro grande. No se me olvidará nunca verlo aplastado contra la pared por la entrada de Aladdín al palacio, y el Sultán entusiasmado por el espectáculo preguntándole si no es maravilloso, y él contestando: Estoy en éxtasis, con la cara del hombre más quemado del mundo. Además, el dúo que forma con Iago, otro que adoro, es demasiado memorable. En fin, es malo malo, lo podemos ver de viejo esquelético (¡solo hay huesos debajo del traje!), de Genio malísimo, de serpiente (impresionante), recibiendo un beso de la chica de la película, haciendo cualquier cosa por conseguir el poder... Adorable.

Scar (El rey león)

Este sí que es malo. Muchos puede que le odien por lo que le hizo al pobre de Mufasa, pero aunque en ese momento también yo le odie, luego se me pasa. Es demasiado buen villano. Para empezar, el dibujo: ¡qué expresión de maldad! Y con sus garras siempre sacadas. Me encanta. Mata a su hermano para poder ser el rey (Hamlet dejavú), le hace creer al pobre Simba, siendo tan pequeño, que él es el culpable y lo manda solo por el mundo (a morir, en realidad, pero las hienas son estúpidas), tiene un ejército de hienas a sus órdenes, trae muerte y destrucción y arrasa con toda la vida cuando él reina. Además, hace cantar a Zazú, y eso es amor. Su pelea final con Simba y lo cabronazo que es en esos momentos es impresionante. Me rindo a sus pies. Pero me rindo sobretodo cada vez que veo su número musical: hay un momento en el que mira seductoramente a cámara y su melena queda suspendida en el aire como si tuviera efecto ventilador de super modelo. ¡Pero qué estilazo!

Maléfica (La bella durmiente)

La adoro desde pequeña. Es como el diablo hecho mujer. Cuidadito con no invitarla a alguna fiesta o cualquier lado, que como castigo, os manda a morir y se queda tan ancha, en compañía de su cuervo y sus bichos feos. La película en sí ya no me entusiasma, la veo de las más flojas de Disney, solo me gusta Maléfica, las hadas y algún detalle más, como la escena en la que Aurora va hacia la rueca atraída por Maléfica, que vi hace poco y me dejó hipnotizada. Hablaba del dibujo de Scar, pero sin duda, para mí, el mejor dibujo de un villano es el de Maléfica. Quizá sino tuviera esa apariencia, no me gustaría tanto. Pero transmite tanto... Y además, se transforma en un dragón enorme. Me encanta cuando los malos se transforman en animales o seres enormes, es como: si creías que era malo antes y peligroso, lo vas a flipar ahora. Lástima que cuando eso pasa, es que se acerca su final.

Úrsula (La sirenita)

A Úrsula, en realidad, siempre la he visto y la veré como una vieja maruja que ha engordado demasiado con el paso de los años, y que está bastante amargada. Me da que no acepta el paso -y el peso- de los años, y joder a alguien tan jovencita y tan mona como Ariel tiene que ser satisfactorio para ella. Pero bueno, es bastante cruel, tiene a los pobres que no cumplen el trato que ella les impone convertidos a la entrada de su cueva (siempre me dieron mucho miedo, aunque en realidad lo que me daba miedo era la desesperación y tristeza que aparentaban), y ya hace ella lo imposible porque no lo cumplan, arruinando vidas y vidas. Terrible, en realidad. Y otra que se transforma, en una zorra más fea que Ariel y en ella misma en modo gigante, y la verdad es que impone que te cagas en esa forma. No es que la ame, pero me parece una gran mala, así que, tenía que ponerla.

En fin, hay otros malos destacables (y que no recuerdo, ya que hay películas como Peter Pan o Alicia en el país de las maravillas que no las recuerdo casi), como Frollo, de El jorobado de Notre Dame, al cual sí odio con toda mi alma y me parece de los más crueles...quizá porque su maldad es completamente humana y real; o el de Mulan, que es maldad pura. Pero bueno, a esos ya no los adoro, y serán buenos malos, porque Disney sabe currarse a sus villanos aunque sea para que los odiemos nada más salgan en pantalla...o para que, a algunos, los amemos también.

martes, 16 de febrero de 2010

La No Recomendación: 'Nine'

Tras este breve mini-abandono por el comienzo de clases y por enfermedad (¬¬), vuelvo, con ganas. Que cuando ves algo tan absurdo con lo que te intentan tomar el pelo, a mí me tienen con cuerda para rato. Hablo de Nine, de Rob Marshall.

Chicago me gustó mucho, y cuando vi que Rob Marshall hacía otro musical, y con gente como Marion Cotillard y Daniel Day-Lewis, y tras ver el trailer, la esperé con ganas. Se estrenó, vi críticas. Muchas decepciones. Decidí no esperarme gran cosa, pero al menos una película pasable, con un reparto destacable y algunos momentos. Ay, qué ingenua.
Guido, sus putas y la pobre de su mujer. Ese podría ser el título alternativo de la película. Se supone que es de un director de cine muy famoso y estupendo, que está en crisis creativa, y que además sus últimas películas han sido fracasos. Cuando piensa en alimentar su creatividad, desde luego que quiere que le estimulen algo. Pero no es la creatividad ni la imaginación. Y ni musas ni hostias. Es un desfile de las tías a las que se ha follado, le gustaría haberse tirado y más randoms ligeritas de ropa y en actitud vulgar.

La idea podría haber dado para más, pero no podría contarse peor. En la primera escena, Guido (Daniel Day-Lewis), habla de lo que supone grabar una película, y cómo en el montaje puede producirse magia o el sueño o algo así. No se produjo en el montaje de Marshall ni en la grabación ni en ningún lado, vaya. Es una sucesión de personajes femeninos, los cuales sobran todos menos el de Marion Cotillard (su mujer), el de Penélope, pero es horriblemente asqueroso y vulgar (por ser su amante) y el de Judy Dench, por ser la voz que necesita Guido. Lo demás, pues eso, excusas para que salgan en un par de escenas, canten una mierda de canción y no salgan más. This is it. This is Nine.


Trama es que tampoco hay mucha, es lo que ya he dicho. Y mira que las crisis creativas y el declive de un genio siempre es un buen tema. Pero nada. Los números no valen para nada. Salvo un par que comentaré ahora, cuando vaya personaje por personaje, pero vamos... Quizá algún detalle suelto, que no consigo recordar, está bien. Y Marion Cotillard. Lo único bueno de la película.

Pasemos personaje por personaje, que de todas maneras, la película está tan fragmentada para que se paseen ellas, canten y se vayan y se pase a otra cosa, que hacer la crítica así está bien:

Daniel Day-Lewis (Guido): Mal, mal, mal. No me importa nada su crisis creativa, no me inspira compasión, lo veo un ser egoísta y que se le habría dado mejor ser putero, de hecho, lo parece a veces. Daniel Day-Lewis, lo siento, pero no. Parece que esté ido y pone siempre la misma cara. Fatal. Sus números musicales, salvo dos frases del primero, que eran algo así como "quiero ser Buda, Mahoma, blablá, pero no creer en Dios", y algo como que las cosas hay que tomarlas con excesos. El Guido Niño me hace más gracia, pero tampoco es gran cosa. Simbólica su aparición y para darle pie a Fergie, metido con calzador.


Penélope Cruz (Carla): Puta barata. Vulgaridad. Con eso ya resumo su personaje. Da vergüenza ajena. Y por poner caras y voz de guarra la nominan al Oscar. Y luego hay gente que se los toma en serio. Su número es la representación de todas esas grandes cualidades. Si queréis ver lo bien que hace de furcia, pues click aquí.

Judy Dench (Lily): Bien, correcta, y personaje correcto. Poco más. No me gustó su número, no me dijo nada. Ya es mucho no decir nada negativo.

Nicole Kidman (Claudia): Uy, cuántísimo sale. Podría no salir, que daría lo mismo. Podría no cantar que daría lo mismo. Es una más para sumarse a: nos encanta ser las zorrillas de Guido, aunque ella es digna y es una super estrella y no va de vulgar. El botox algún día se la comerá. Qué terrible, se ha destrozado.


Kate Hudson (Stephanie): Sobra. No aporta nada a la trama. Y cuando digo nada, es nada. Sale algo antes también queriéndose tirar a Guido para luego cantar, quizá, el número más digno, Cinema italiano. No es gran cosa, pero se deja ver y es un contraste junto con los demás, así que bien. Pero es que está clavado con golpes de martillo y ella sobra. Aquí para verlo.

Sophia Loren (Mamma): Está porque Sophia Loren da prestigio y porque siempre queda bien, y más en una película que transcurre en Italia. Apenas sale. También podría no salir.


Fergie (Saraguina): Otra que sobra y que sale un poco antes para poder cantar. Pero bueno, su número, aunque al principio em parece también algo vulgar -encima, la veo muy basta, entre los kilos de más que parece que tenga y lo guapa que es ella siempre y cómo está especialmente aquí...-, pero después, da de los números más dignos, y quizá la única frase de todo el musical que se te queda "Be italian". El juego de la arena con las panderetas me gusta. Para verlo, aquí.




Marion Cotillard (Luisa):
La mejor. El único, tal vez también el de Judy Dench, personaje que me despierta simpatía. Y Marion actúa bien, y sale guapa, elegante. Es lo que más merece la pena de la película. Tiene dos números, el primero, que no es muy allá, pero ella actúa bien. Y el segundo, en el que le hacen enseñar carne, más que a Pene, pero ella consigue no ser vulgar y no olvidarse de que es actriz y no una guarra barata (Pene, no te lo tomes como algo personal).



Y poco más. Quizá habría que ver la de Fellini, no será difícil que sea mejor, pero bueno. Viva Marion Cotillard, qué mona es.

domingo, 7 de febrero de 2010

Películas: Cut

En realidad Cut es un corto que forma parte de una película, Three...extremes, una película formada por tres cortos de tres directores asiáticos: uno de Hong Kong, llamado Dumplings (dirigido por Fruit Chan), de Corea, Cut (de Park Chan-Wook) y de Japón, con The box (por Takashi Mike), para aportar supuestamente cada uno su visión del terror. Aunque yo diría que la palabra "extremo" del título se ajusta más para definirlos que hablar de terror, la verdad. Pero no voy a hablar de la película. Voy a hablar de Park Chan-Wook. Sí, otra vez.

No es culpa mía que la viera hace una semana y siga pensando en ella y adorando a Park Chan-Wook. Es genial. Recuerdo que cuando descargué la película, que suelo ponerlas y pasarlas hacia adelante para comprobar cómo se ven, vi un segundo, o menos, de su corto y supe que esa imagen solo podía ser suya. No me equivoqué.

No voy a desvelar mucho del argumento, porque tiene más gracia sino sabes lo que vas a ver. Solo diré que la trilogía del director sobre la venganza parece, con este corto, no ser una trilogía, ya que aquí retoma el tema en cierta manera. Hay un psicópata, y han comparado la situación que se crea con Saw. Por favor, un poco de respeto para Park Chan-Wook. La primera de Saw me encanta, las demás pura mierda, pero nada que ver, aunque pueda recordar en ciertos detalles.


Pero este psicópata y su motivo para castigar al protagonista es completamente distinto a cualquier cosa. Se carga todos los tópicos de psicópatas castigadores. Es un pobre y miserable, que sabe que no es buena persona; y que se ha topado con el protagonista, que es rico, guapo, tiene talento, le ha tratado bien y es muy buena persona. No puede consentirlo. No es justo.

El corto va entre el mal rato que pueda hacerte pasar la situación extrema, lo que te pueda llefar a flipar el estilo en general del coreano (a mí es que en todas sus películas me hace igual, me hace alucinar aunque sea con detalles) y la diversión y la ironía. Sí, aunque es una situación horrible y extrema, tampoco se sufre tanto. No se sufre porque, en realidad, todo está llevado con un tono irónico y un humor que a mí me hizo disfrutar muchísimo. Es una pasada, a veces es como si notaras que se está riendo detrás de la cámara. Me encanta. Además, me tenía totalmente intrigada. No sabía qué podría venir después, con qué podría sorprenderme.

El fallo que le saco es el último minuto, o segundos, lo que sea. Lo veo confuso y forzado para dar ese tipo de final. Pero todo lo demás, increíblemente amable (del verbo amar, que es muy amor, no de amabilidad).

Si alguien quiere verlo, solo lo he encontrado junto con la película entera aquí, a partir del minuto 36:35.

Un personaje: Marvin

Marvin es el robot depresivo de Guía del autoestopista galáctico, peli que muchos dicen que es malísima y yo digo que es entretenida, divertida, con puntos, original (¿y qué más se le puede pedir?) y, además, tiene a Marvin que es puro amor (y a Zooey Deschanel, que es tan guapa y tiene una sonrisa tan bonita).

Pues lo dicho, Marvin es un robot depresivo. Tiene una cabeza enorme, ojos tristes, y un cuerpecito demasiado gracioso que mueve sin entusiasmo por este cruel mundo. Imposible no adorarlo.

Y es más imposible cuando lo oyes quejarse sobre todo, con un tono completamente pesimista y humano. De la vida, de seguir vivo, de los demás, de que no se aproveche su gran inteligencia (por eso tiene una gran cabeza : ) )...Bueno, en realidad se queja de todo. Lo hace como entre suspiros, resignado, triste, sin esperanza, desilusionado. La verdad es que cada una de sus quejas me hacían sonreír y me daban ganas de abrazarlo porque me parece totalmente adorable.

De todas maneras, comprendo a Marvin, yo también soy una pesimista en potencia, aunque en proceso de reconversión con efectos positivos. Pero a veces es inevitable. Al fin y al cabo, el mundo es lugar terrible y miserable que te hace perder la alegría.


Aunque otras veces, si lo miro con otros ojos, puede ser increíblemente precioso. En fin, depende del día, del momento. Pero Marvin, eres tan humano... Me río porque me caes bien, porque, aunque no lo sepas, eres gracioso y tus quejas son acertadas a pesar de parecer exageradas. Me río porque mucha gente tenemos un Marvin dentro de nosotros, quizá todos en determinados momentos. Lo que no me hace gracia es que todos no sean tan adorables como Marvin. Una pena.

Marvin y los depresivos/pesimistas majos (véase también Woody Allen, por ejemplo) son amor. Los que no sean majos, pero sí depresivos, que no vengan a darme el coñazo a mí con sus gilipolleces de amargados. Estos no son amor.

jueves, 4 de febrero de 2010

Frases: Donde viven los monstruos

Había unos edificios. Eran unos edificios muy altos. Y caminaban. También había unos vampiros. Uno de los vampiros mordió al edificio más alto, y se le rompieron los colmillos. Luego se le cayeron todos los dientes, y se echó a llorar. Entonces, los demás vampiros le dijeron:
-¿Por qué estás llorando? ¿No son tus dientes de leche?
Y él dijo:
-No, son mis dientes de mayor.
Y los vampiros supieron que ya no podría volver a ser un vampiro, y le dieron de lado.


Donde viven los monstruos, de Spike Jonze