viernes, 2 de agosto de 2013

Parejas De Cine: Jesse y Celine ( Trilogía Antes del amanecer, atardecer, anochecer)

Cuando se anunció una tercera parte para Antes del amanecer y Antes del atardecer, tuve miedo. El final de la dos me parecía perfecto, y no quería que estropearan la saga. Sin embargo, ahora no sé si decir si mi favorita es la segunda o la tercera. A lo largo de los años, a lo largo de tres películas, hemos podido ver distintas fases del amor y la vida a través de la relación de Jesse y Celine. Voy a hablar de esas tres fases con spoilers, pero por separado de cada una de ellas. Si no habéis visto ninguna, huid. Si habéis visto alguna, podéis leer sobre la que ya hayáis visto. O podéis no leer nada si no os apetece, claro.

Primera fase: Antes del amanecer


Cuando vi hace muchos años las dos primeras entregas, esta era mi favorita. Ahora, es la que menos me gusta de las tres, aunque no por ello significa que no me guste. Creo que tiene cosas mejorables, demasiado dulzonas e irreales. Tenemos a dos jóvenes que se conocen, conectan, se gustan y se sienten atraídos el un por el otro de inmediato. Conforme avanza el día, todo eso crece y crece. Creo que en esa edad, sintiendo eso, teniendo solo ese día y esa noche... debería haber algo más físico entre los dos. Sí, hay besos; al final, hay sexo. Pero al sexo apenas se le da importancia, y tampoco da la sensación de que haya un excesivo contacto físico. Digamos que sería 90% hablar y pasear, y 10% de lo otro. Teniendo en cuenta los factores ya mencionados... me resulta poco creíble. Por otro lado, también es parte de la gracia de la película. Que se centre en enseñar otras cosas, pero para mí lo ideal sería un punto equilibrado. Celine dice que quiere evitar el sexo para que no sea un encuentro más y se olviden. Un rollo como otro cualquiera. Pero, si la conexión y los otros sentimientos están ahí, no los va a eliminar el sexo.

Dejando a un lado eso, y que a veces para mi gusto algunas conversaciones rocen la pedantería, tiene muchas virtudes. Lo que más me gusta de esta saga es cómo enseña lo que es el amor (en diferentes fases, y cómo la vida te influye a la hora de vivirlo), y esta tiene unos cuantos detalles que me encantan. Me encanta cómo enseña cuando conoces a alguien que te gusta, me encanta cómo con las miradas de ellos se dice todo. Me encanta la química, me encanta como te crees en seguida que están hechos para estar juntos, aunque suene un poco precipitado pensarlo de alguien a quien acabas de conocer. Me encanta la escena de la tienda de discos, ese juego de miradas, esas sonrisas. Me encanta como se enseña que, una vez conoces a la persona adecuada, te puedes pasar horas hablando de cualquier cosa. Confiesas ciertas cosas o pensamientos que tal vez no contarías a nadie más, y tienes ganas de seguir hablando, y hablando, porque lo disfrutas como con ningún otro, y te interesa mucho lo que diga la otra persona. Aunque la otra persona no piense en absoluto como tú, qué importa, es parte de la diversión.

Me encanta como enseña lo que es saber que eso es finito. No todas las parejas tienen que sufrir esto, pero desgraciadamente, algunas tienen que decir adiós, y volver a sus casas. Y sus casas están muy lejos la una de la otra. No pueden, al día siguiente, quedar para volver a verse. O ir al sitio al que no les ha dado tiempo a ir. El tiempo pasa. Y no puedes dejar de pensar en que cada vez quedan menos horas, pero no quieres pensarlo porque eso te pone triste, y quieres disfrutar al máximo el tiempo que queda. Solo con la expresión de los dos, con los silencios, puedes sentir eso. Y puedes sentir lo horrible que es cuando llega el momento de la despedida, el no saber cuándo va a ser la próxima vez, el saber que ya se ha acabado cuando solo quieres que dure siempre. Pero la historia continúa.

Segunda fase: Antes del atardecer


Para mi gusto, esta segunda película es más realista que la primera. Es cierto que no vemos ni tan siquiera un beso, pero no es necesario. No es necesario porque, de nuevo, la química entre los dos es brutal. Y porque se nota la atracción, hay tensión sexual, y se habla más de sexo que en la primera. Aunque no aparezca, el sexo está presente. Especialmente en ese maravilloso final, pero yo creo que durante toda la película.

Jesse y Celine se reencuentran nueve años después. En ese tiempo, han pasado muchas cosas. Ellos han crecido, y han tenido otras relaciones. Él está casado y tiene un hijo, aunque no es feliz en su matrimonio; ella tiene un novio al que apenas ve. Estas cosas pasan. Seguro que lo habéis visto a vuestro alrededor alguna vez: parejas que no se quieren, parejas que están juntas por estar, parejas que se casan porque es lo que toca, relaciones que no llevan a ninguna parte... Y puede que hayas tenido la suerte que han tenido ellos dos: que encontraron a la persona con la que podrían pasar el resto de su vida. No sé si hay una persona indicada para cada uno, pero creo que sí que puede haber una persona con la que conectas y a la que quieres de una manera que solo pasa una vez en la vida. Igual no era la persona adecuada, pero para ti no habrá otra igual, y siempre estará ahí, contigo, aunque pasen los años, aunque ya no estés con ella. Si tienes más suerte todavía, sigues con esa persona.

Jesse y Celine lo saben. Lo saben porque han pasado por eso. O al menos, creían saberlo, porque tras solo un día juntos, nueve años no pueden borrarlo. Ni otras personas han sido capaces de superar lo que sucedió ese día. Volver a verse solo lo confirma. Como dice Celine: cuando eres joven, crees que puedes conectar así con alguien muchas veces, pero solo pasa un par de veces en la vida. Y al reencontrarse, se muestra cómo vuelven a sentir lo mismo. Como a veces hablan de cosas que no importan, cuando en realidad están a punto de explotar. Él no puede parar de pensar en qué habría sido de su vida si ella hubiera aparecido en la cita, por qué ha tenido que ir todo tan mal; y por qué, al estar con ella otra vez, tiene ganas de dejarlo todo. Y ella sabe lo malas que han sido sus relaciones, como no ha sido feliz, y como recuerda todo de ese día; y como, al volver a verlo, todo se repite. 

Hay veces que la gente dice que tal película es muy bonita porque hay una (cursi) declaración de amor. Y en esta película, se enseña sin que ni siquiera tengan que decir una palabra. Aunque sí se lo dicen. No se dirán: eres lo mejor que me ha pasado en la vida, pero cuando él escribe ese libro, lo está haciendo. Cuando ella empieza a decirle esas cosas sobre las relaciones que ha tenido cuando están en el coche, también, de otra manera, se lo está diciendo. Se lo están diciendo cuando se miran, cuando notas que necesitan tocarse, cuando sabes que se están conteniendo y no saben qué hacer. Lo sabes cuando se tienen que despedir, y se buscan cualquier excusa para estar unos minutos más juntos. Lo sabes cuando no son capaces de afrontar el separarse otra vez, y tienen que hacer algo. Y lo hacen.

Tercera fase: Antes del anochecer


Esta es la más oscura de las tres. ¿La más realista? Seguramente. Aunque yo creo que lo que pasa en la dos también es realista, solo que no se muestra nada negativo de la relación de ellos porque estaban en otra fase. Estaban dando los primeros pasos, y en los primeros pasos, todo suele ser bonito. 

Jesse y Celine llevan juntos desde el último encuentro, y son padres de dos niñas. Viven en Francia, y él ve cuando puede a su hijo, que sigue en Estados Unidos, pues su exmujer tiene la custodia y está resentida con él. En la primera escena que tienen los dos juntos, vemos que sigue existiendo eso que había entre ellos. Es especial. Pero no todo es bonito, y no todo es fácil. A veces, ni siquiera es culpa de la otra persona. A veces, son las circunstancias. La vida te pone ciertas barreras que hay que superar, y no siempre es fácil. Quizá sin esos problemas, apenas se discutiría. Pero están ahí, una pareja tiene que afrontarlos... y ver si puede superarlos.

¿Qué pueden ser? Mil cosas, desde la más pequeña, relacionada con la convivencia del día a día, hasta problemas más grandes. Saber que no estás viendo crecer a tu hijo; o saber que la otra persona está sacrificando no ver crecer a su hijo por ti. No estar en momentos esenciales, tragar varios problemas. Niños. Jesse dice algo así como que los años de su vida que fueron suyos, fueron los que vivió desde que se fue de casa de sus padres hasta que fue padre. Ambos recuerdan los últimos años de su vida marcados por lo que les pasa a sus hijas. No tienen tanto tiempo para ellos. No es que tener hijos sea un problema, pero sí te cambia radicalmente la vida, y tiene sus cosas negativas. Probablemente, todo el que sea padre piense que las positivas ganan, pero eso no quiere decir que no se sienta agotamiento o se añore la libertad. Y que puedan surgir cosas como: es que tú no te ocupaste de ellas aquel día, es que no me ayudas; es que no estabas cuando nacieron y me sentía perdida; o es que tú no me dejas hacer nada. 

También pueden surgir problemas más gordos, como pensar que cada uno podría querer llevar un rumbo de vida distinto, que los alejara el uno del otro. En esta película, la verdad es que el personaje de Celine sale peor parado, porque es más histérica, y en medio de la discusión, aún cuando tiene razón, parece que lo lleva mucho más al extremo que él (más de uno, en una discusión, hemos perdido un poco los papeles). Pero se podría haber cogido cualquier otro momento de la pareja, y puede surgir otra discusión en la que él fuera el que estuviera exagerando las cosas. Es lo natural, las discusiones, los problemas, el pensar que no tiene solución, el aguantar muchas cosas incluso durante años, que ambos se hayan equivocado y se hayan hecho daño, que quieran tirarse los trastos a la cabeza. Que por momentos, hasta puedan no soportarse y piensen en un final. ¿Eso significa que no se quieren? ¿Eso significa que ninguna pareja, a la larga, puede ser feliz?

No. Jesse y Celine se quieren. Y lo demuestran más de una vez. Pero la vida es así. Creer que todo va a ser perfecto para toda la vida, aún cuando haya obstáculos, es creer en una fantasía, como dice Jesse al final de la película. Lo que demuestra que una pareja se quiere no es que se discuta menos, o que tengan menos cosas que reprocharse. Todos somos humanos, nos equivocamos. Lo que demuestra que se quieren es que siga existiendo esa conexión, que a pesar de todas las cosas malas, quieras seguir con esa persona. Que sacrifiques todo, y que pienses que volverías a hacerlo. Que decidas luchar por superarlo todo, por muy difícil que sea, al lado de esa persona. Es cierto que la parte de la gran discusión es agridulce, pero cuando la ves, sientes que eso es la vida. Ellos también ayudan: siguen tan naturales como siempre, y yo me los creo mucho como pareja. Podría ser una discusión de cualquier pareja. Y luego, tenemos ese final. Ese final que te devuelve la sonrisa. Porque a pesar de todo lo que se han dicho, sabes que tienen que estar juntos, que se quieren. Que merece la pena continuar. Puede no ser una relación perfecta, de fantasía, dice Jesse. Pero es real. Puedes abandonar cuando las cosas se pongan feas en busca de algo irreal, una idea del amor que no existe. O puedes aceptar lo que la vida te dé, aguantar los malos momentos, y disfrutar de los buenos junto a esa persona que lucha por ti y te quiere, aunque no sea perfecta y se equivoque. Y al igual que tan pronto están disfrutando de la compañía del otro y se ponen a gritarse, también


pueden dejar de discutir para volver a tener esos momentos que les hacen recordar por qué todo merece la pena.

PD: Hace mucho tiempo que le debía una entrada sobre esta pareja a una persona. He tardado, pero aquí está : )