miércoles, 22 de enero de 2014

Películas: The Wolf of Wall Street

¿Alguna vez te has imaginado cómo sería una fiesta de una rockstar? Sexo, drogas, alcohol, mucho descontrol, locura. Well, welcome to the party. Welcome to The wolf of Wall Street.

The Wolf of Wall Street: una fiesta de tres horas de duración, que casi notas que te ha dejado la resaca cuando ha terminado. Pero qué bien te lo has pasado. Has vivido una locura, con todos los excesos posibles. Y te has divertido como nunca. Gracias a Scorsese, y gracias al rey de la fiesta, DiCaprio. Aunque el resto de sus invitados, no están nada mal, como Jonah Hill, Matthew McConaughey o Margot Robbie.

Pero, el protagonista de The wolf of Wall Street no es una estrella del rock. Es un broker, que ha conseguido levantar una inmensa fortuna para vivir su sueño americano a costa de engañar y pisar a otros. Pero qué sueño americano: qué casa, qué coche, qué yate, qué todo. Para Jordan Belfort no había suficiente. Siempre quería más, y más, y más drogas, y más sexo. Ganar más y más millones para que la fiesta nunca acabara. Porque con el dinero, puedes comprarlo todo. Pero la ambición puede hacer que caigas.

Detrás de las imágenes de fiesta, de sexo, de trabajadores que van drogados a la oficina y se llevan la fiesta allí, hay una historia detrás. Hoy, tal vez más que nunca. Hoy vivimos una crisis mundial, pero, ¿quién controla el mundo?¿Quién se enriquece mientras otros luchan por sobrevivir cada final de mes? Y lo más importante: de qué manera lo hacen.

Es la llegada a la cima, y la consecuente caída del mafioso. ¿He dicho mafioso? Bueno, tampoco hay mucha diferencia. Es una historia parecida a las que ya nos ha contado Scorsese otras veces: cómo puedes llegar a ser el rey del mundo, cómo tu preciosa mujer se acabará cansando de ti, cómo estarán implicados los tuyos (familia, o amigos en este caso), y cómo puede desmoronarse tu imperio. Solo que esta vez, la estancia en lo más alto es más salvaje; y no hay pistolas ni hay sangre. Hay billetes, hay lujo, hay excesos por todos lados. Si entras en el juego, lo dicho: vivirás tres horas de pura fiesta, y sabes que detrás de esa locura de fiesta, no hay vacío. Como tampoco lo había detrás de unas tetas de silicona moviéndose al ritmo de Skrillex en Spring Breakers ni lo había detrás de los músculos de los culturistas de Pain and gain (Dolor y dinero). Y Scorsese es un maestro, y lo hace todavía mejor: pasen, y disfruten.

Son tres horas, pero no hay momento para aburrirse. La película tiene un ritmo brutal, y si no te has enganchado a ella como lo está Jordan  Belfort a casi cualquier sustancia, siento que te pierdas toda la diversión. Pero, igual, puedes intentarlo con el anfitrión. Leonardo DiCaprio lleva tiempo demostrando que se ha convertido en un actorazo de nivel. Aquí está absolutamente inmenso. Qué no hace en esta película. Hasta gatear y rodar por unas escaleras por efecto de unas drogas que no le dejan ni hablar, en una escena divertidísima. Jonah Hill sorprende y cumple de sobra como el compañero de juerga. Un graciosísimo Matthew McConaughey, que es una lástima que aparezca tan poco en la película, pero con un personaje que ocupará unos 10 minutos a lo máximo en pantalla, consigue que no te olvides de él. Y Margot Robbie, como la mujer espectacular que supongo que conseguirá que todo aquel al que le gusten las mujeres, salga enamorado o enamorada de ella. O al menos, envidiando a DiCaprio por poder compartir cama con ella. Actuaciones geniales, personajes memorables, escenas inolvidables (el colocón con los Lemmons, las fiestas en la oficina, los discursos de DiCaprio, sus discusiones con Margot Robbiem ese viaje en avión, la escena del barco con el FBI...). Y ese aire de película mítica, grande, icónica.

Espero que a nadie le tire para atrás cosas como sexo multitudinario en un avión, y todos puedan pasárselo bien con esta película. Tres horas de fiesta, de adrenalina, que volverías a vivir en cualquier momento. Merece la pena, a pesar de la resaca de después, y el pensar en cuántos habrá en el mundo como los de la película, aunque no se monten esas fiestas, mientras nosotros tenemos que conformarnos con verlo en la pantalla  y volver a nuestras modestas vidas.

"Let me tell you something: there is no nobility in poverty. I've been a rich man and I've been a poor man, and I choose rich every fucking time. 'Cause at least, as a rich man, when I have to face my problems, I show up in the back of a limo, wearing a $2.000 suit and a $14.000 gold fucking watch. If anyone here thinks I'm superficial or materialistic, go get a job at fucking McDonalds, 'cos that's where you fucking belong."

domingo, 19 de enero de 2014

Películas: 12 años de esclavitud


¿Qué es lo que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en el periodo de la esclavitud? Personas negras tratadas por blancos como si no fueran personas, latigazos, gritos, blancos en sus enormes casas de campo siendo unos cabrones, mujeres esclavas recibiendo abusos por parte de sus "amos", recogida de algodón, trabajos duros, maltrato... Pues eso, ni más ni menos, es lo que cuenta 12 años de esclavitud.

Y digo ni más ni menos, porque para mí, ha sido eso, y poco más. Una serie de imágenes y hechos que se sucedían, que sabía desde el minuto uno que iba a ver. No me sorprendió en ningún momento. Bueno, es lo que había, ¿no? ¿Cuál es el problema en mostrarlo de forma realista y fiel? Pues en mi caso, el problema ha sido que no he sentido nada. Que veía hechos, pero no sentía implicación. Me da la sensación de que está enseñado todo, sin más. Hechos vacíos. El modo en que está narrada tampoco me ayuda: van pasando las cosas, una detrás de otra, sin mucho orden, sin un hilo claro. Los diálogos son una buena muestra de ello: conversaciones que tampoco tienen una excesiva trascendencia. Escenas que podrían quitarse de la película, y no se echarían de menos. Incluso, podrías desordenarlas. Ni siquiera percibes el paso del tiempo. La esclavitud fue un periodo terrible, y un drama humano para tantísimas personas... Pero aquí no encuentro nada de ese drama humano. Quizá, en parte, porque creo que todos los personajes son planos.

No creo que haya ningún personaje bien desarrollado. Así que, me cuesta trabajo implicarme. Creo que todos los secundarios están muy desaprovechados: el personaje de Benedict Cumberbatch; el de Sarah Paulson, que creo que podría haber sido muy interesante; el de Lupita Nyong'o, salvo en la escena que aparece con muñecas y cuando le hace una petición al protagonista. O El de Michael Fassbender: él está bien, pero el personaje no es gran cosa. Es una caricatura: un cabronazo violento, que abusa de una esclava, que maltrata al resto, borracho y sádico. Sí, no dudo que lo fueran. Pero, ¿que fuera un hijo de puta significa que no pueda tener fondo? Aparece borracho, a pegar cuatro gritos para que lo odies, y poquito más. ¿Y el papel de Brad Pitt, que aparece para dar un discursito sobre lo injusto que es todo, y ya? Y el del propio protagonista: ¿qué le pasa por la cabeza? ¿Qué siente? ¿Cómo es? Sí, sabemos que quiere ser libre y que sufre, pero no necesitamos ver la película para saber eso. Al verla, me di cuenta de algo que mencionó Mara Vega en su crítica de la película en Tokio Blues: podría haber sido soltero, porque no ves por ningún lado el sentimiento de querer reencontrarse con su mujer y sus hijos. Y teniendo en cuenta que al principio de la película aparece su familia, no solo para enseñarte que era un hombre libre y feliz, sino para mostrarte que quería a esa familia... que luego eso no importe, me parece un fallo. 

No es una mala película. No tiene malas actuaciones, no está mal rodada, y tiene alguna buena escena y algún que otro detalle interesante. Pero a mí no me dijo nada más. La sentí vacía, y me dejó completamente fría. No quiero ver lo que ya sé, quiero sentir cosas. Y para hacérmelas sentir, no es necesario que vea como le destrozan la espalda a alguien a latigazos. Porque si no hay una historia humana detrás, no voy a sentir gran cosa, por mucha sangre que haya y por muy fuertes que se escuchen los latigazos. Es más, a pesar de esa carnicería, siento que la película es muy correcta. Perfecta para llevarse todos los premios. La película que puede hacer que sientan su conciencia más tranquila, muy académica. Bastante lejos del estilo de las anteriores películas de Steve McQueen, que aunque no me apasionaron como a otros, sí me parecían interesantes y había una historia dura detrás, no una serie de hechos históricos puestos en una pantalla. Tanto Hunger como Shame me dejaron fría, pero no porque fueran malas: eso que te pasa con algunas películas, que te gusta la historia, y sabes que hay mucho detrás, pero no te emocionas, sin saber por qué. 


Creo que está descuidada hasta el punto en el que ni siquiera sabes si son doce años o son dos meses. En la narración, no hay ninguna pista sobre el paso del tiempo. Y no solo en la narración: en la caracterización del protagonista tampoco. 12 años en la edad adulta, se notan. Y cuando eres esclavo y vives en condiciones pésimas, debes envejecer como el triple. Pero el protagonista tiene el mismo aspecto durante toda la cinta. 

Las comparaciones son odiosas, pero no puedo evitar acordarme de Django Desencadenado. En Django, era escuchar la canción que decía "'I'm looking for freedom...", con la Django y su mujer corriendo, y los pelos se me ponían de punta. Durante toda la película, sentía lo que sentía Django, y lo que sentía Schultz. Y me horrorizaba. Y aunque sabía que fue algo horrible, al ver la película me preguntaba que cómo era posible que eso llegara a suceder. Y sufría. Era incómoda. Todo lo que no me ha hecho sentir 12 años de esclavitud. La verdad, que Django levantara polémica y algunos la consideraran ofensiva y molesta; mientras que esta está encantando, para mi gusto dice mucho de las diferencias que hay entre ambas. También pienso en American Horror Story: Coven, que está tratando el tema de la esclavitud y el racismo en Estados Unidos (a lo largo del tiempo, además). Y también se me ponen los pelos de punta con ese niño negro asesinado, con la canción que suena al final del episodio 9 (uno de los grandes momentazos de la temporada); y recuerdo a los personajes de Laveau, LaLaurie y Queenie, y la relación que tienen estas dos últimas. Hay dónde rascar. 

En fin, sé que 12 años de esclavitud ha tenido muchos entusiastas. Quizá a ellos sí les dolieran los latigazos. Yo siento que he hecho algo como repasar un libro de texto que me cuenta diferentes situaciones que se vivieron entonces. Una pena, porque con los personajes bien desarrollados, y una historia mejor tratada, podría haber sido interesante de verdad.

Nota: 6