domingo, 29 de mayo de 2011

Traumas de cine: La Pianista

Juro que desde que actualicé, salvo el fin de semana pasado que lo dediqué a descansar y no hacer nada, no he tenido un rato suficientemente largo como para actualizar. Malditos trabajos, o malditos libros aburridos que subrayar, malditos exámenes...Los ratos libres, intento despejarme como puedo, y no me da para ponerme a escribir una entrada. Pero bueno, aprovecho ahora.
Bueno, seguro que tenéis alguna película que os ha traumatizado. Quizá no sea la película en sí, si no tal vez alguna escena, algún personaje...que se te quedan ahí, grabados, de manera irreversible, y no hay manera de superarlo. Una de las que más me ha traumatizado, y recuerdo más a menudo -él ya se sabe de qué va, y hasta a veces la nombra él antes que yo ante una situación que recuerda a ella de tanto que le doy la paliza...- es La pianista, de Michael Haneke.

En realidad, no sé por qué me traumatizó tanto. El tema es, simplificándolo mucho, los gustos sexuales peculiares de una mujer. Ni siquiera enseña nada -ya se sabe, es Haneke-, pero no sé. Igual si se tratara de una película simplemente explícita y ya está, igual me hubiera traumatizado muchísimo menos. Haneke sabe, sabe sobre lo que cuenta, y sabe cómo contarlo y diseccionarlo.

No son las tendencias sexuales de la mujer...es el ambiente enfermizo de su personaje, de toda la película, el contagio de esa sensación que se produce en ti mientras la ves, y en el chico protagonista. No sé, es algo imparable, es algo que no puede acabar bien, es algo que proviene de otros problemas, de otras cosas que ya no puesen curarse ni remediarse. La represión total. Una mujer, ya madura, que vive con su madre, totalmente dominada y controlada por ella de una manera que sobrepasa los límites. Una mujer fría como el hielo, aparentemente fuerte, por ese semblante duro y su actitud arisca, estirada. Pero luego... Seguro que recordáis muchas profesoras así. No las veréis igual después de esta película.

No sé, es un cúmulo de cosas. Son las situaciones descontroladas, extremas, violentas. Secretos que esconden las personas, incluso las que parecen completamente normales pueden tenerlos, o dejarse contagiar por ellos.

La verdad es que pienso sobre ello, y sí, sé los puntos de esta película. No es fácil de ver. Es fea. Es dura. Pero no logro entender del todo que mi trauma sea tan grande. Pero ahí está, en mi cabeza. Aún me impresiona, aún me inquieta. Y tantas cosas me hacen recordar a la dichosa pianista...

Bueno, seguro que Isabelle Huppert tiene parte de culpa. Está genial en su papel. Me perturba nada más verla.

Por cierto, curiosidad por conocer vuestros traumas.

jueves, 5 de mayo de 2011

Películas: La soga

No sé por qué, actualizo poco con cine más clásico. No sé, a veces me da la sensación de que ya se han dicho mil cosas sobre esas películas. Y otras, pues que o actualizo nada más ver la película, o si pienso en actualizar sobre una que vi hace un tiempo, me da la impresión de que se me olvidan las cosas y que no voy a saber expresar bien lo que me hizo sentir la película. En fin, cosas que pasan.

Pero hoy tengo bien reciente La soga, aunque ya se haya dicho mucho sobre ella, y me apetecía actualizar el blog. ¿Por dónde empiezo? Bueno, una película que empieza con un asesinato, y un cadáver que será escondido, pero permanecerá allí mientras se celebra una fiesta. Pues como que es un buen comienzo.

Y así transcure: la fiesta, los vivos, y el cadáver. Momentos de tensión y suspense hay un rato. Tienes esa sensación de intranquilidad todo el rato: joder, sabes que el muerto está ahí. Y es muy jevi. Me he imaginado afrontando la situación...yo no podría. Casi cuesta mantener la calma como espectador, ¿os imagináis siendo los protagonistas? Impensable. El día que mate a alguien, me deshago del cadáver antes de dar una fiesta.Los diálogos en los que se reflexiona sobre el asesinato me han encantado. Superhombres. Y me ha recordado a un pasaje de Crimen y castigo en el que se reflexiona sobre que los hombres superiores pueden cometer crímenes. Todo esto entre las ideas llevadas a cabo de John Dall, y un James Stewart que teoriza, pero no practica. Porque teorizar, hablar, bromear. Y ni siquiera sin broemar, simplemente eso, teorizar....el mundo de las ideas no es lo mismo que la realidad práctica. Quizá Platón tenía razón y el mundo de las ideas era mejor, pero no vivimos solo en él. No es lo mismo reflexionar, sin conscuencia alguna de tus palabras o ideas, que materializarlos fuera de tu cabeza.

La tensión sobretodo se crea gracias a Stewart y Dall. Dall, orgulloso de su crimen, creyendo que es perfecto, se pavonea. Chulea. Exhibe pruebas delante de las narices del resto, riéndose por dentro, convencido que no le pillarán. Y en el fondo, tal vez demasiado egocéntrico como para privarse del placer de que le descubran y contemplen su obra de arte, que admiren y reconozcan que él es superior. Me ha recordado muchísimo a los relatos de Poe de El gato negro y El corazón delator, el comportamiento de los protagonistas es similar en cierta manera, sobretodo al personaje de Farley Granger. Como, sin quererlo, puedes traicionarte a ti mismo, y delatarte sin darte cuenta.

A mencionar que esté grabada en planos secuencia. Siempre me flipan, me parecen tan complicados de grabar, y que tienen tanto mérito...

Sobre el final, SPOILER me gustó, y no. Me gustó, pero hubiera sido más atrevido, y tal vez mejor, que no los hubieran descubierto. Aunque las palabras de Stewart al final, y esa tensión, me gustan.

En fin, muy recomendable si alguno como yo hasta hoy, no la ha visto aún. Ah, y otra vez, Hitchcok aprovechando como nadie un solo escenario...