jueves, 31 de octubre de 2013

La No Recomendación: Only God Forgives (Solo Dios Perdona)

La verdad es que por lo que estoy viendo desde hace tiempo por las redes sociales, siento que estoy sola con mi opinión sobre Only God Forgives. ¿Seré rara? ¿Qué me pasa? Porque la película me aburrió soberanamente, y me pareció bastante tonta. La otra verdad es que Drive, que también amó todo el mundo, tampoco me gustó. Quizá simplemente es que no me llevo bien con Winding Refn. 

Only God forgives es mucho más onírica que Drive, más abstracta. Y visualmente, está todavía más trabajada. Y, es, bastante mejor en ese aspecto. Decir que Only God forgives no tiene buenas imágenes es una tontería. Porque las tiene: tiene planos maravillosos, geniales. Pero para mí, ahí acaba todo. Tiene un buen envoltorio, pero ya está.

Por supuesto, me gustan las películas que impactan visualmente. Pero necesito algo más. Cuando llevaba un rato de esta película, pensé que las películas de hora y media a veces podían ser más largas que las películas de tres horas; y que las películas asiáticas deberían hacerlas los asiáticos, les salga a ellos bien o mal, pero es su terreno. Y pensaba: jo, cómo mola este plano. Pero cuando tras un rato, lo único que te dice una película es, de vez en cuando, que tal imagen es chula, algo falla. Pensé, al acabar, después de una hora y media que pareció interminable, que se podría hacer un vídeo chulísimo con esta película. Un vídeo de unos 5-7 minutos, con una buena elección de música. Y en ese vídeo, poner las imágenes más guays de la cinta. Y hubiera amado ese vídeo. Porque hubieran sido unos minutos de imágenes para flipar. Nada de historia, nada de diálogos, nada de orden. Simplemente la música y esas imágenes. Hubiera visto ese vídeo mil veces. Pero como película, para mí, es un desastre.

Los planos son guays, pero no me dicen absolutamente nada. Y me dice menos todavía Ryan Gosling, que ha llevado la inexpresividad al extremo en esta ocasión. Da igual que maten a su hermano, que se prepare para luchar en una pelea, que tenga un ojo morado, que su madre le diga barbaridades, que le hagan un baile sexy... él se pasea toda la película con la misma cara, que parece decir: puedo no ser muy espabilado, pero soy el mejor jugando a fútbol; me han dado una beca para jugar en la universidad. 

Sé que son películas que no tienen nada que ver, pero cuando hablé de Stoker, defendí la película por su aspecto visual. Dije que en manos de otro, podría haber sido un telefilm, pero que gracias a la mano de Park Chan-wook y el estilo visual, era genial. Y que de eso se trataba el cine, de aprovechar los recursos audiovisuales. ¿Por qué, entonces, critico  Only God forgives, si visualmente mola? Por lo que ya he comentado: no me dice absolutamente nada. Stoker me transmitía cosas en cada escena: no por la historia, sino porque los recursos utilizados (sonido, montaje...) y la manera en la que estaba rodada, me fascinaba y me hacía sentir cosas. En definitiva: me gusta Stoker por la manera en la que está contada. Y sinceramente, creo que Only God forgives no tiene nada que contar. Tengo la sensación de que se podrían quitar escenas enteras, o desordenar muchas (excepto las que afectan a la mínima trama argumental), y daría igual. Porque lo importante no es que haya algo que contar. Lo importante es la forma, pero detrás de la forma, lo que hay es una excusa para poder llevar esa forma a la pantalla. 

Igual soy yo la rara. Hay muchísima gente que está fascinada con esta película. Entiendo que alguien la adore si consigue entrar dentro. Yo no lo logré, y a los diez minutos de verla, solo recordaba alguna imagen suelta, los colores, y la inexpresividad de Ryan Gosling. Pero si encontráis un vídeo sobre la película como el que he descrito, me encantaría verlo.  

jueves, 3 de octubre de 2013

Momentos: La última noche (25th hour)

Seguramente, los que hayan visto la película, sabrán antes de mirar qué escena he escogido. No es que la película no tenga más de una gran escena. Las tiene, es una película bastante genial, y tiene sus grandes momentos. Pero quizá hay uno que se meta más en el recuerdo, que impacte más en el momento en el que la ves por primera vez. Sabes que, cuando acabes de ver la película, la buscarás para volverla a ver. 

No es ningún spoiler, y no os voy a contar nada de la película, así que podéis verla sin miedo. Os lo recomiendo. Estoy segura que hasta los más tranquilos y pacíficos alguna vez se han sentido así. Alguna vez habéis salido fuera y habéis odiado absolutamente todo y a todos. Todos nos cabreamos alguna vez. O en momentos determinados, hay cosas que pueden llegar a encabronarnos mucho. Y, de vez en cuando, lo que más nos cabrea, lo que menos soportamos, es a nosotros mismos.

Os la dejo en inglés y en español. La dejaría solo en VOSE, pero no encontré subtítulos y por si alguien no controla mucho el inglés, pues la tiene en castellano también. Disfrutad de este poco típico retrato de Nueva York, lejos de la imagen idílica que nos llega desde el cine. Aunque eso no significa que vayamos a dejar de amarla.





No puedo acabar la entrada sin decir nada de Edward Norton. Es muy grande. ¿Os acordáis de esa época en la que se puso de moda y nos dejó enormes actuaciones (como esta) en buenas películas? Ojalá le vuelvan a caer papeles así.